A veces el periodismo bien hecho es capaz de llevar contra las cuerdas a los poderosos y, de paso, cambiar el mundo.
Lo hizo a principio de los años setenta, cuando los informes de dos reporteros de The Washington Post —Bob Woodward y Carl Bernstein— pusieron en jaque al político más poderoso del mundo, el entonces presidente de Estados Unidos Richard Nixon. También lo hizo en 2017, cuando dos reporteras de The New York Times destaparon el escándalo protagonizado por el poderoso…