Las jornadas de protesta, que en su mayoría han sido pacíficas, se volvieron a empañar por los actos violentos. Esta vez se trata del brutal homicidio en el que le propinaron 15 puñaladas a un policía en Cali, donde, desde que inició el paro el 28 de abril, se han registrado 19 homicidios, en hechos que son materia de investigación.
De acuerdo con el reporte más reciente que entregó la Policía del aérea metropolitana, 156 policías han resultado heridos, algunos de gravedad. Uno de los casos más recientes fue el de dos uniformados que llegaron a atender un acto de vandalismo en el que varias personas se preparaban para destruir un hotel y, ante la llegada de los uniformados, los recibieron con disparos de arma de fuego y con cuchillo.
Según el comandante de la Policía de Cali, general Carlos Rodríguez, durante la situación uno de los uniformados fue herido con impacto de arma de fuego en el abdomen y el otro policía que lo acompañaba fue apuñalado en 15 ocasiones.
Agregó que en Cali lo que se ha presentado durante los últimos días es una multiplicidad de delitos, en medio de las acciones de protestas que se comenzaron a presentar luego de la jornada del pasado 28 de abril.
Señaló que se contabilizan daños en: 48 estaciones del sistema masivo de transporte, 19 entidades financieras, 5 sedes gubernamentales, 47 establecimientos comerciales (que fueron saqueados), 17 fotomultas derribadas y al menos 12 vehículos de emergencia entre ambulancias y camiones de bomberos vandalizados.
“Lo que hemos encontrado es que cuando nuestras unidades están llegando a los diferentes casos están siendo recibidos con impactos de armas de fuego, están siendo atacados permanentemente con este tipo de armas”, añadió el oficial.
Frente a la afectación de uniformados durante las manifestaciones, la Policía indicó que 540 han resultados lesionados, 454 con contusiones, 60 con arma cortopunzante, uno con arma de fuego y siete con fracturas. De ellos, 21 aún continúan hospitalizados.
Así mismo, informó la institución que al momento se han efectuado 431 capturas (417 en flagrancia) y 34 aprehensiones de menores de edad cometiendo delitos. 97 de los capturados ya han sido presentados en audiencia de control de legalidad, entre los cuales figuran 15 extranjeros (14 de ellos venezolanos). Dentro de las capturas figuran 165 por obstrucción en vía pública, 103 por daño en bien ajeno, 54 por violencia contra servidor público y 31 por hurto. Es importante resaltar que se han recibido 224 denuncias de ciudadanos por conductas delictivas en el marco de las manifestaciones.
De igual manera, las autoridades señalaron que tienen evidencia de que los actos vandálicos contaron con presunta financiación de organizaciones ilegales, como las disidencias de las FARC y el ELN.
“Se ha identificado la participación de Grupos Delincuenciales Comunes Organizados (GDCO), Grupos Armados Organizados (GAO) y Grupos Armados Organizados Residuales (GAO-r) en diferentes ciudades, promoviendo, financiando e intensificando la protesta social radical. Se han identificado en Bogotá el ‘Mamba Negra’ y en Cali ‘La Reforma’, ‘Los Capuchos’ y ‘M-B’, vinculados a hechos contra la seguridad y la tranquilidad de los colombianos”, manifestó el director de la Policía, general Jorge Vargas.
Infiltraciones
Añadió, además, que “las investigaciones indican que estas estructuras han instrumentalizado sectores barriales con el fin de promover el descontento social. Como parte de su estrategia ejecutan una fuerte estrategia en redes sociales. Por su parte, el ELN y las disidencias intimidan a comunidades y líderes sociales para el desarrollo de bloqueos viales, en rechazo a la erradicación de cultivos ilícitos y otros temas”.
Del mismo modo, explicó cómo es el modus operandi de estas agrupaciones. “Adelantan trabajos pseudopolíticos al interior de claustros universitarios, así como el reclutamiento para el desarrollo de manifestaciones violentas. Igualmente, ‘patrocinan’ actividades de protesta a grupos radicales y orientan la elaboración de artefactos explosivos. En cuanto al ‘Clan del Golfo’, se sabe que constriñe a las comunidades, instigando a la manifestación violenta y el bloqueo de vías”.
Revista Semana
