La pesadilla para una mujer que trabaja prestando servicios de transporte en una moto, que había comprado por 2,5 millones de pesos y que sigue pagando a plazos, comenzó con una llamada telefónica.
Ella es la sobreviviente de un intento de asesinato de un hombre que aceptó cargos de homicidio agravado, en concurso homogéneo sucesivo en dos eventos, aunado a tentativa de homicidio y en concurso heterogéneo con hurto calificado agravado en tres eventos.
Aunque el agresor fue…