Debieron pasar 126 años para que un paisano de Luis Antonio Robles Suárez, naciera y comenzara a labrar su propio camino llegando a tener la dignidad de procurador segundo delegado ante Consejo de Estado, uno de los cargos más importantes que ha tenido un guajiro.
Se trata de Mariano Ezequiel Barros Rivadeneira, de 46 años de edad, nacido en el corregimiento de Camarones, perteneciente a la zona rural de Riohacha, quien con esfuerzo estudió derecho, pasando por varios cargos y al medio día de este jueves, tomó posesión ante la procuradora general de la Nación, Margarita Cabello Blanco.
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Barros Rivadeneira tendrá la responsabilidad de conceptuar en la Comisión II del Consejo de Estado, sobre actos administrativos emitidos por el ministerio del Trabajo, conflictos laborales como reconocimiento y pago de primas, cesantías o salarios, así como de las situaciones de despido y reestructuración de entidades públicas (supresión o creación de cargos).
El nuevo procurador es egresado de la universidad Libre de Colombia Seccional Bogotá, con especializaciones en derecho administrativo, derecho constitucional y derecho procesal, cursadas también en la universidad Libre seccional Bogotá; además cuenta con una maestría en derechos humanos y democratización de la universidad externado de Colombia.
Mariano Ezequiel trabajó en el tribunal administrativo de Casanare como auxiliar judicial de un Magistrado, asesor jurídico externo de la gobernación de Casanare, de la alcaldía de Yopal y del Hospital Regional de la Orinoquía en la ciudad de Yopal, juez administrativo del circuito judicial de Bogotá; conjuez del tribunal administrativo de Casanare y luego en el Consejo de Estado inició como sustanciador, después profesional especializado y como magistrado auxiliar del Consejo de Estado.
Es padre de dos hijos: Mariano Andrés y Luciana Barros Rincón. El nuevo procurador es hijo de Ezequiel Enrique Barros Toro y Luz Ena Rivadeneira Peroza, ambos de Camarones y de cuya unión nacieron seis hermanos, todos profesionales. Una familia de extracción humilde, cuyos abuelos fueron campesinos de la zona de Camarones, más específicamente en el corregimiento de Choles.
Su papá Ezequiel Enrique Barros Toro es pensionado del departamento de La Guajira, trabajó muchos años en la antigua zona de carreteras, laboró también en la universidad de La Guajira, en la lotería de La Guajira y su último cargo lo desempeñó como subsecretario de educación del Departamento.
Y su señora madre, Luz Ena Rivadeneira Peroza, trabajó más de 40 años para el Magisterio como docente, inicialmente en Camarones y luego fue trasladada a Riohacha.
En diálogo con La Guajira Hoy, asegura que llega al cargo por méritos propios, que le ha tocado recorrer un camino muy fuerte pero cuando se llega la victoria es lo más importante. «Siempre he querido mejorar mi hoja de vida, preocupándome por realizar especializaciones, maestrías, me ha ayudado muchísimo para llegar a esta instancia».
También le dejó un mensaje a los guajiros, diciéndoles que, «crean en sus capacidades, que se preparen, no pierdan la fe, en donde estén siempre dejen una excelente huella para bien y trabajar honestamente, sin hacerle daño a nadie y sin estar pendiente de los demás».