Un espíritu de niño inquieto y la sabiduría que dan los años es la sensación que transmite Juan Manuel Sánchez Garavito, más conocido en el mundo del teatro como Juan Garavito, un hombre de 72 años que ha dedicado más de 50 a ese mundo mágico de las tablas.
Aunque la pandemia ha afectado al teatro, su principal fuente de trabajo, Juan Garavito no baja los brazos y con mucho esfuerzo ha sacado dos libros en los que recopila varios de sus trabajos como dramaturgo.
¿Cómo inició en el teatro?
Yo empecé estudiando cine por correspondencia y en 1968 armamos un grupo, fue así que empezamos a actuar. En esa época solo existía el teatro La Mama y el teatro Don Eloy, era allí donde nos presentábamos.
En esa época el furor era Santiago García cuando era el director del teatro La Candelaria, todo el mundo quería estudiar en la Nacional de Arte Dramático (Enad), que él dirigía, entonces yo me encaminé por ahí. Su interés era la parte política, era un teatro contestatario y yo me formé en esa clase de teatro.
Ya en 1981 entré a trabajar en el Teatro Popular de Bogotá (TPB) bajo la dirección de Jorge Alí Triana.Hablamos con este genio de la actuación.
Pero sus obras no son políticas
Pasó que varios extranjeros vinieron a dictar conferencias a la Enad y ahí me di cuenta que el teatro político no aportaba nada al teatro mundial, vi obras de españoles, argentinos y mexicanos, y ellos tocaban problemas humanos y me dije, este teatro es mucho mejor, ahí me retiré de hacer esa clase de teatro y con el TPB aclaré mis ideas y empecé a hacer talleres de dramaturgia con Enrique Buenavetura, un gran maestro.
¿Se le midió también a dirigir?
Sí, a raíz de toda esa experiencia, de 52 años dedicado al teatro, me puse a escribir.
Tengo más de 80 obras de teatro, varias de ellas sobre títeres, que son mi pasión. De esa forma hicimos obras como ‘Ucumarí la leyenda’ en el TPB, en el teatro del Círculo Colombiano de Artistas hicimos ‘Ucubucu, el osito soñador y roncador’; y en el teatro Los Ladrillos, en Chía, hicimos muchas presentaciones los fines de semana con títeres.
Ahora estamos buscando con la alcaldía impulsar obras artísticas, dictando talleres.
Dos obras inmortales…
Juan Garavito siente que ha vivido a plenitud, no solo por poderse dedicar al teatro, sino por haber desarrollado esa pasión por los títeres, al punto que tomó talleres para aprender a fabricar los suyos y se especializó en hacer dramaturgia para títeres.
Pero desde hace años su sueño era inmortalizar sus obras de teatro, con esa idea en mente presentó sus obras a cientos de concursos, pero nunca consiguió ganar.
“Yo pensaba que mis obras eran malas, pero luego veía otras proyecciones y concluía que no, que yo tenía un buen material y debía seguir buscando”.
Hora, de la mano de la editorial Autores Editores este talentoso escritor acaba de lanzar dos compilatorios. El primero es ‘Los seis caminos del amor’, en donde recoge distintas vivencias sobre cómo nos enamoramos y vivimos en pareja los colombianos.
El segundo es ‘Títeres a la mano’ y de paso sus animaciones, en donde rescata con un humor infantil y familiar muchas costumbres de nuestra cultura.
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