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Ángela trabajaba administrando un pequeño bar en el barrio Inglés en la localidad de Rafael Uribe Uribe. El turno del sábado transcurría normalmente, la alta música, las cervezas en la mesa y los clientes departiendo. Todo parecía normal. Pasada la media noche, minutos después de la 1 de la mañana, un carro se parqueó frente al bar ubicado en la intersección de la Diagonal 40 sur con Carrera 26ª. Del carro se bajaron sujetos armados y fue entonces cuando empezó la pesadilla.
Al parecer, los pistoleros venían siguiendo a un hombre y al verificar que su víctima se encontraba en el establecimiento atendido por Ángela, empezó una discusión que escaló hasta la entrada del bar. Cuando la mujer se percató que el altercado tenía armas de por medio, se dirigió a la puerta del local para bajar la reja y evitar inmiscuirse en la discusión, que rápidamente pasó de las palabras a los hechos.
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Bala perdida…
Una seguidilla de disparos se escuchó entre los insultos que se proferían los sujetos. La reacción de Ángela fue bajar la reja del bar para refugiarse y apartarse del problema, con tan mala fortuna que uno de los disparos atravesó la reja y la impactó, según cuentan testigos, a la altura de la cabeza. El orificio que dejó el proyectil en el metal da cuenta de la tragedia.
Por su parte, el hombre al que iba dirigido el ataque murió y al momento del cierre de esa edición no había sido identificado. Los sicarios huyeron en el mismo carro en el que llegaron.
“No sé cuántos disparos fueron, yo escuché al menos 3”, le contó ayer a Q’HUBO’ una vecina de la escena del crimen: “Al hombre que mataron, dicen que no lo habían visto por acá en el barrio, pero iban por él, ella no tenía nada que ver, estaba trabajando, muy triste que pase eso”.
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Por las circunstancias del hecho, las primeras versiones que se manejan y el motivo del sicariato es que se trate de una venganza entre bandas dedicadas al crimen, que se enfrentan por el control de la zona.
Ángela era muy querida en el sector. La recuerdan sus vecinos como una mujer trabajadora que se esforzaba para que a sus hijas no les faltara nada. En la zona hay varias cámaras de seguridad cuyos videos están siendo analizados por las autoridades para dar con el paradero del asesino.
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