Liliana Cardona Marín
La canalización de la quebrada La Víbora, a la altura de Mercamás, que en temporadas invernales anteriores ocasionó en repetidas oportunidades la inundación de la avenida Simón Bolívar y con esto dejó incomunicados a Santa Rosa de Cabal, Dosquebradas y Pereira, ya empezó a ser cosa del pasado, por lo menos en el tramo anterior a dicha Avenida.
El asunto es que para que las inundaciones terminen por completo, el Invías debe hacer un trabajo de amplitud bajo el puente de la Avenida, porque la alcaldía de Dosquebradas está limitada para intervenirlo. Con esta entrega se termina la ejecución de obras a causa de la calamidad pública N°147 de 2019 y 024 de 2021, como dijo el alcalde Ramos: “de 150 puntos que requieren atención intervenimos 19, nos quedan faltando 131, pero con los trabajos que se van a hacer en Valher, La Aurora baja y el polideportivo del Japón que es el contrato de Agua bonita, también se solucionará el tema por lo que la gente ha sufrido muchísimo y se iniciará en un mes”.
¿Cómo está constituida esta obra?
Jackson Moreno fue el interventor de la obra y dijo que “Para nuestra empresa JRM Group es orgullo entregar la última obra de la que hicimos parte. En este frente de trabajo se canalizaron 110 metros lineales de la quebrada La Víbora, un ancho desarrollo de 7.6 metros de longitud, cada ocho metros en su parte baja tiene unos Caisson de 2.5 metros hincados, las paredes tienen una altura de 4.6 metros en promedio, tiene doble parrilla de acero y se utilizó concreto de baja permeabilidad”.
El interventor también informó que entre puente y puente se descolmataron 300 metros lineales de sedimento que a lo largo del año se repitió una y otra vez, por la naturaleza de la quebrada que arrastra y arrastra. También se instaló una viga control aguas arriba para evitar la socavación y que la lámina de agua no siguiera bajando.
Llamado a la comunidad
Da vergüenza ajena tener que escribir que el día de la inauguración de una obra, el alcalde, el ingeniero contratista y el interventor informen que ya han tenido que sacar salas enteras y hasta neveras viejas de un afluente natural. Y como si lo anterior fuera poco que le cuenten a los invitados que parte del pasto de empradización fue robado la noche anterior y que en la mañana ya tenía también heces de perro.
Este proyecto también incluyó barandas y tramos de andenes. En este sentido es muy importante que la comunidad no abandone la veeduría ciudada, pero esta vez no para vigilar los recursos, sino para velar por el mantenimiento de obras que ayudan a que los factores de riesgo para los habitantes del sector disminuyan.
Las obras en puntos críticos
Higuerón, Santa Teresita, Campestre D, Maracay, Jardines de Milán, Villa Molinos II, Centro Comercial Único, Frailes – Limonar, Frailes – Santa Mónica, Frailes – Villa Campestre, Cerezos – Tadaima, Buenos Aires, Colmenares, Villa Molinos I, Quintas del Bosque, Víbora sector Mercamás.