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Gracias a acciones conjuntas con la policía y el Ministerio Público, el grupo criminal «Los Chuncos» fue desarticulado, con la captura de siete personas, durante cinco allanamientos en Buga y Ginebra.
Noticias del Valle.
El reciente desmantelamiento del grupo criminal “Los Chuncos” marca un avance significativo en la lucha contra el microtráfico y los homicidios en el centro del Valle del Cauca.
Gracias a la cooperación y esfuerzos conjuntos entre la policía y la Fiscalía General, se asestó un golpe significativo a estas estructuras criminales, contribuyendo así a la mejora de la seguridad y la tranquilidad en los municipios de Buga y Ginebra.
Acciones coordinadas para eliminar a “Los Chuncos”
En una operación cuidadosamente planificada, las autoridades capturaron a siete miembros clave del grupo “Los Chuncos”. a través de cinco procedimientos de investigación en Buga y Ginebra. Estas acciones son parte de una estrategia más amplia de aplicación de la ley para poner fin al microtráfico y reducir las tasas de homicidio en la región.
La gobernadora Dilian Francisca Toro destacó la importancia de estas capturas, destacando que los detenidos, al mando de alias “Monacho” y alias “Luis Cuevas”, quienes operaban desde el penal, estaban involucrados en múltiples actividades delictivas entre homicidios, extorsión y trata. de narcóticos.
La estructura y operaciones de “Los Chuncos”
El coronel Santiago Garavito, comandante a cargo de la policía del Valle, explicó que «Los Chuncos» operaban bajo la dirección de otra organización llamada «Los Magos».
Esta estructura mayor subcontrató a “Los Chuncos” para realizar actividades delictivas específicas en los municipios antes mencionados. Estas actividades incluyen asesinatos selectivos, tráfico de drogas en pequeñas cantidades y portación ilegal de armas de fuego.
Entre los capturados se encuentra Ómar Bocanegra, alias “Balín”, quien era líder de “Los Chuncos” y es hermano de alias “Luis Cuevas”. Además, fueron detenidos su primo Johan Bocanegra, alias «Johan», y otros cinco integrantes conocidos con sus seudónimos «Brandon», «Mónica», «Becerro», «Cali o Caleño» y «Daniito». Estos individuos, con trayectorias delictivas que van desde 8 meses a un año, desempeñaban diversos roles dentro de la organización, desde promotores de homicidios hasta dispensadores y distribuidores de drogas.
