Nueve personas fueron puestas tras las rejas en operativo adelantado entre el Ejército y la Fiscalía. Falsificaban bebidas de marcas reconocidas, las cuales colocaban en los mercados de Bogotá y Cundinamarca.
Los trabajos investigativos corrieron por cuenta de agentes especiales, quienes le siguieron el hilo a las primeras pistas luego de recibir información sobre el posible ilícito.
Producían el licor dentro de diferentes viviendas del sur de Bogotá, para lo cual empleaban químicos y otros elementos que hiciera parecer legal la mercancía en venta.
Adquirían las botellas a muy bajo costo en depósitos de reciclaje, las cuales sometían a tratamiento especial para arreglarlas de tal manera que parecieran originales.
“Como producto final tenían, por ejemplo, una botella de whisky que estarían vendiendo en un precio aproximado de $45 mil entre otros licores que comercialmente pueden costar entre $100 mil y $180 mil”.
Los operativos permitieron incautar 83 mil botellas de licor adulterado, avaluadas en 4.150 millones de pesos, e insumos empleados en el mercado ilícito.
Decomisaron “tapas, etiquetas, capuchones, botellas estampillas, sellos de seguridad, maquinaria artesanal, pimpinas y galones de alcohol, cajas, mangueras, destiladores, estupefacientes y una suma considerable de dinero”.
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