Durante una inspección en la terminal de rutas de buses de servicio público, las autoridades encontraron graves problemas sanitarios en un restaurante y una caseta ubicados en el parqueadero Corinto, cerca del centro médico Clinaltec.
Se hallaron gaseosas vencidas, arroz con leche en descomposición y personal manipulador de alimentos sin la capacitación ni implementos requeridos, como gorros y tapabocas.
«Cerramos dos lugares que estaban poniendo en riesgo la salud de nuestros conductores. Encontramos productos caducos listos para la venta, baterías sanitarias en pésimas condiciones y una infraestructura inadecuada», declaró Liliana Ospina, secretaria de Salud Municipal.
Asimismo, el Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP), encargado de supervisar las rutas y el bienestar de los conductores de la ‘ola naranja’, verificó las deficientes condiciones operativas de estos establecimientos.
«Estamos realizando estos controles en las terminales para observar las comodidades brindadas a los transportadores durante sus tiempos de descanso. Hemos detectado varias anomalías en el estado general del parqueadero y le solicitamos al propietario que haga los arreglos necesarios para que pueda continuar prestando el servicio», afirmó William Cervera, funcionario del SETP.
Los conductores de buses expresaron su satisfacción con este tipo de operativos que buscan mejorar su calidad de vida. «Me parece muy bien todo esto, así vamos a mejorar el servicio que nos prestan. Hay muchos abusos en varios paraderos, sobre todo en los restaurantes y baños. Nos están perjudicando y vulnerando muchos derechos», manifestó Luis Eduardo Jiménez, conductor.
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