La Alcaldía de Pereira sigue empeñada en dejar ‘cuadrada’ la caja, por eso en los tres agónicos meses que faltan para entregar, ha puesto en marcha la locomotora para solucionar problemas que las comunidades ya se habían cansado de pedir. Tal es el caso del muro en el barrio Comfamiliar Villasantana.
Desde 2019, el señor William Miranda, presidente del barrio, alertó al municipio sobre una grieta que se había formado en el terreno adyacente entre la vía y la quebrada El Calvario. Pero la respuesta apenas llegó en 2022, cuando la Secretaría de Infraestructura empezó una intervención que consistía en hacer un muro de contención para el terreno, que terminaron en diciembre de ese año.
La noche del 9 de mayo de 2023, un torrencial aguacero terminó en una emergencia para el barrio, el muro de contención conformado por cuatro placas se desestabilizó, lo que ocasionó que parte del mismo y material vegetal cayera sobre la quebrada El Calvario e inundara las casas de 10 familias de un asentamiento subnormal en el sector conocido como Intermedio.
Pasaron y pasaron los días (90 en total) por allá nadie se asomó, también se demoraron para suspender el servicio público de transporte, lo que agravó el problema. En agosto, el secretario Milton Hurtado dijo que se había declarado una urgencia un mes antes, que ya estaba el contratista y que las obras arrancarían en una semana pero esos días llegaron hasta octubre.
Cifra
$1.600 millones es el valor de esta obra que incluye diseño, obra e interventoría, dijo Hurtado en agosto, porque ayer al visitar el lugar no había valla informativa de la obra.
