Córdoba es un departamento avasallado por todos los fenómenos de la historia violenta en Colombia y las organizaciones de todos los pelambres se han acentuado en este territorio, mutando en nombres, cabecillas, pero con las mismas consecuencias, asesinatos, desplazamientos y despojos, entre otros delitos.
Eso sin duda ha generado una estela enorme de víctimas, la gran mayoría sin reparar y la cifra sigue creciendo, porque los grupos ilegales no dejan de delinquir, en especial en territorios de amplia y espera ruralidad como el sur del departamento, donde hay corredores de movilidad estratégicos para esas bandas al margen de la ley y el narcotráfico.
El reclamo de las víctimas es que el Estado les anuncia y no le cumple con la reparación. No es una tarea fácil y pese a los acuerdos de paz, donde Córdoba ha prestado su territorio para esos ejercicios, nada bueno les ha quedado.
Ante ese panorama, el gobernador Erasmo Zuleta Bechara y el presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Roberto Vidal López, firmaron un memorando de entendimiento que marca el inicio de una agenda conjunta para traer justicia restaurativa y reparación a las víctimas del departamento de Córdoba.
El memorando de entendimiento con la JEP no solo simboliza un paso crucial hacia la reparación y la justicia, sino que también establece una hoja de ruta clara para la colaboración futura entre ambas entidades. En las próximas semanas, se anunciará la agenda conjunta que se implementará en Córdoba, la cual incluirá programas y actividades específicas destinados a beneficiar a las víctimas y promover la paz en nuestro territorio.