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A través de su fundación y con un grupo de colaboradores, realizan actividades de limpieza en las costas y los residuos sólidos terminan transformándose en materiales beneficiosos para las comunidades.
información Valle.
Uno de los principales problemas de contaminación en el mundo es el plástico que, tras su único uso, se tira a la basura, pero gran parte de estos residuos acaban en los ríos y posteriormente en los océanos. Estos materiales afectan no sólo a las costas, sino también a la fauna marina.
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El plástico, por su durabilidad y resistencia a la degradación, se ha convertido en un contaminante peligroso para los ecosistemas acuáticos. Cada año, millones de toneladas de desechos plásticos terminan en cuerpos de agua, devastando hábitats naturales.
Sin embargo, en un intento de mitigar en cierta medida el impacto negativo del plástico en el medio ambiente, grandes empresas, organizaciones, entre otras, están trabajando para retirar grandes cantidades de plástico del mar, así mismo, pequeños grupos de personas han creado iniciativas para aportar su grano. de arena recolectando este material en las costas y dándole un segundo uso, transformándolo en un beneficio para las comunidades.
Proyecto plástico precioso Uramba en Buenaventura
Es obra de Sergio Pardo, un marinero que inicialmente llegó al Pacífico colombiano para un proyecto de conservación, pero viendo el gran problema de los residuos sólidos y la ausencia de una empresa recolectora, decidió hace aproximadamente 4 años permanecer en este campo y Trabajamos por los océanos con un grupo de colaboradores de 7 personas.
“Llegué a Buenaventura, vi los altos niveles de contaminación marina, cuando pude acercarme a la playa y preguntar por qué las playas estaban tan contaminadas, descubrí que había un poco de ‘desconocimiento, pero cuando me acerqué a la gente en el comunidad pude ver que el problema era la falta de baños públicos’, dijo Sergio a TuBarco.
Comenzó a realizar pequeñas acciones de transformación de dichos residuos para entender el problema y cómo recuperar dicho material.
Actualmente con su grupo de apoyo tienen una Fundación llamada “Plástica Precioso Urramba” en Buenaventura. A falta de una empresa de limpieza, en muchas comunidades la única alternativa es quemar los residuos, lo que también genera un problema de salud pública. Es por ello que a través de su proyecto social buscan comunicar la realidad que ocurre en las zonas costeras.
Pero el problema de los desechos costeros no solo lo causan las comunidades, sino también los desechos que las corrientes oceánicas llevan a las playas, lo que hace que el problema sea aún más grave.
Recogen plástico en las playas
El grupo “Plástico Precioso” realiza jornadas de limpieza junto al mar y luego hace un excelente trabajo transformándolo en un producto que beneficia a la misma comunidad. Para realizar el trabajo con plásticos, ellos mismos crearon las máquinas con el modelo “Plástico Precioso” para realizar este proceso que finalmente fueron transformadas en oficinas para las escuelas de la zona.
También han desarrollado una biblioteca comunitaria llamada “Pacific Dream”, donde desarrollan estrategias y pedagogías sobre cómo clasificar los diferentes materiales que llegan a este lugar. El “mercado de plástico” es otra de las actividades que realizan con la comunidad gracias a las donaciones que les hacen y los venden en estos territorios, pero en esta ocasión el plástico correctamente clasificado es la moneda para adquirirlos.
“Es decir, un uniforme para una escuela puede costar alrededor de 120 tapas o 120 frascos y esta estrategia permite hacer una pedagogía hacia la correcta clasificación de los residuos sólidos para poder incorporarlos a las cadenas de reciclaje”, afirmó Pardo.
Fabrican escritorios y equipos para la construcción de viviendas.
Por otro lado, hasta el momento han fabricado 64 escritorios, 53 ya fueron entregados y más están por entregar. Pero también fabrican láminas plásticas para la construcción modular de arquitectura liviana sobre pilotes, que son viviendas típicas de ciertas comunidades, con el fin de evitar la deforestación.
Finalmente, su sueño es replicar el proyecto no sólo en estas comunidades sino también en otros lugares del país. “Cuando hablamos de sostenibilidad, hablamos de no patentes, que cualquiera puede reproducir. Todo lo que funcione para nuestro medio ambiente, lo social, el crecimiento económico como gran modelo de desarrollo sustentable, debe reproducirse”, concluyó Sergio.
