Queda poco menos de un mes para que se acabe el año y conforme se acerca el 31 de diciembre, las empresas, industrias y centros de análisis económico hacen sus balances y revisiones de esta vigencia, que sin duda estuvo marcada por presiones fiscales y la necesidad de aumentar la confianza de los inversionistas.
En este contexto, desde Corficolombiana se dieron a la tarea de revisar el origen del jaque fiscal que vive el país desde la pandemia y destacaron que el elevado gasto público y el recaudo tributario han tenido mucho que ver, al tiempo que señalan que es necesario revertir esta tendencia con urgencia para generar un mejor crecimiento.
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Si bien dejan claro que las cosas podrían ir mejor, los analistas afirmaron que el país avanza hacia el final del túnel y que superar los riesgos fiscales requiere liderazgo gubernamental, especialmente regional, y colaboración con el sector empresarial y la sociedad civil, en un contexto de cambios estructurales como el envejecimiento, la digitalización y la sostenibilidad.
“Aunque esperamos una mejora económica el próximo año, persisten riesgos que podrían frenar el dinamismo productivo. La inversión fija sigue rezagada respecto a los niveles pre pandemia, y los desafíos fiscales permanecen. Además, los riesgos en el sector energético, el aumento de conflictos sociales y la inseguridad en varias regiones son obstáculos para la reactivación económica”, acotaron.
Respecto a la incertidumbre fiscal, explicaron que su escenario base para 2025, apuntan a que se cumplirá la Regla Fiscal, pero con retos en ingresos, gastos y la incertidumbre de la Ley de Financiamiento.
“Estimamos que los ingresos tributarios serán $39,3 billones inferiores a lo previsto en el Presupuesto, lo que requeriría un ajuste en el gasto primario de entre el 1,7% y 2,0% del PIB para cumplir con la regla La incertidumbre local y global mantendría el dólar en Colombia en un promedio de $4.344 durante el primer semestre de 2025, con mayor volatilidad. Sin embargo, los pronósticos están sujetos a una incertidumbre mayor de lo habitual”, señalaron.
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El origen de la presión
Ahora bien, respecto a cómo comenzó toda la crisis fiscal, Corficolombiana identifica que las raíces están en el bajo crecimiento económico y los elevados niveles de gasto público heredados de la pandemia, reportando que entre 2019 y 2024, la deuda pública de la región creció en promedio 10,1 puntos porcentuales del PIB, debido al aumento en el costo financiero de la deuda y las altas tasas de interés.
“Adicionalmente, la caída del 5,5% en el recaudo tributario de 2024, que culminó con ingresos por $248,3 billones, obligó al gobierno a ajustar repetidamente el presupuesto de gasto para cumplir con la Regla Fiscal. Estos ajustes incluyeron recortes en el gasto primario por $15,3 billones y la emisión de TES para pagar obligaciones con el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Sin embargo, el déficit entre ingresos y gastos persiste, incrementando la necesidad de medidas correctivas”, agregaron.
Por último otro factor que catalogaron como crítico es la incertidumbre en torno a las fuentes de financiación contempladas en el Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2025, que prevé un gasto récord de $523 billones, frente al que la falta de aprobación legislativa y la emisión por decreto del PGN intensifican los riesgos.
En este sentido dejaron claro que si no se toman medidas estructurales para reducir el gasto y mejorar los ingresos, la sostenibilidad fiscal del país podría enfrentarse a mayores desafíos en el mediano plazo, que se podrían mitigar, según su experticia, tomando las decisiones que se necesitan en este momento frente al gasto.