En municipios como Pailitas, Curumaní, Río de Oro y La Jagua de Ibirico, los comerciantes y población en general siguen a la espera de estrategias de seguridad efectivas.
El senador Didier Lobo Chinchilla llamó la atención del Ministro de Defensa Nacional, Iván Velásquez, en debate de control político convocado por su partido Cambio Radical, ante la ola de inseguridad que golpea al país y que se siente con gran fuerza en el departamento del Cesar.
“Se ha impuesto sin ponderación alguna, el discurso de los Derechos Humanos(DDHH), sin una transición, pedagogía o compás de espera, se ha modificado de facto la política de seguridad, dejando a la fuerza pública en algunos casos entre la espada y la pared, por minimizar o cambiarle el significado a comportamientos que antes se consideraban secuestros, homicidios o violencia contra servidores públicos y la propiedad, como pasó en el campo petrolero de Caquetá, con una fuerza pública inerme y vulnerable con las nuevas reglas, que muchas veces los amarra y los deja indefensos ante la violencia”, precisó.
El congresista cuestionó: “¿Cómo estar en contra de la búsqueda de la paz total? con la que ha habido mucho ruido y pocas nueces, pero de acuerdo a los resultados obtenidos, es preciso rectificar, en aras de recuperar la seguridad, fortalecer las instituciones y proteger las libertades y el bienestar de los colombianos”.
En el departamento del Cesar y la Región Caribe, sus habitantes están insatisfechos e inconformes con la situación de orden público y con los espacios que el gobierno con su nueva política de paz, ha cedido a los violentos, hasta el punto, que sea ya demasiado tarde y no podamos recuperarlos y se apodere de nuestros territorios la violencia y el caos, como ya sucede en municipios del Atlántico con la imposición de la ley del más fuerte a inocentes ciudadanos o las masacres y homicidios a funcionarios de la defensoría del pueblo en La Guajira.
“En muchos de nuestros municipios del departamento del Cesar, como Pailitas, Curumaní, Río de Oro y La Jagua de Ibirico, estamos acorralados; comerciantes y gente de bien, están sometidos a una permanente extorsión, totalmente impune y sin ninguna medida efectiva para combatirla. ¿Qué decir de los palmeros?, que, regresando a una ingrata época ya vivida en el país, temen visitar sus parcelas por no tener garantizada su seguridad”, destacó el senador Didier Lobo.
A su vez hizo claridad que los policías y militares han realizado su trabajo, a pesar de ser pocos y tener medios insuficientes, como sucedió en episodios sucesivos en el frustrado atraco al banco agrario y el carro de valores en Río de Oro.
“Después de tantos llamados, nos convencimos (tal como lo dijo nuestro secretario de gobierno del departamento) de que no somos prioridad en la agenda de seguridad del gobierno; Alejados de la atención y medidas gubernamentales que nos protejan en nuestra vida libertad y bienes, en el Cesar casi todos nuestros municipios son escenarios de alto riesgo de orden público, con homicidios, secuestros, extorsión, hurto, microtráfico, narcotráfico, voladura de puentes, retenes ilegales etc. como consecuencia de la presencia de todos los actores armados sin excepción y sin muchos policías para enfrentarlos”, resaltó el cesarense en su intervención.
Al Ministro de Defensa le recalcó, “los cesarenses somos colombianos con derechos que deben ser garantizados, respetados y defendidos, no sólo por las autoridades territoriales, sino también por las autoridades nacionales, razón por la que por enésima vez solicito, se tomen las medidas necesarias, primero para evitar la comisión de los comportamientos delictivos a que con frecuencia nos somete la delincuencia y segundo se sancione ejemplarmente a los autores de los múltiples crímenes que se han cometido en nuestro departamento”.
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