Cuando el agua salió del grifo fueron gritos de alegría, los niños y jóvenes llenos de satisfacción por obtener agua sin necesidad de ir al río a recogerla en recipientes para llevarlas a sus casas.
Este proyecto se hizo realidad gracias a la Acción contra el Hambre y la Embajada de Canadá, que entregó un punto de hidratación a la comunidad de la vereda San Salvador, localizada en el corregimiento de Palomino, municipio de Dibulla, en el departamento de La Guajira.
Estas personalidades fueron acompañadas por el secretario de Salud, Bienestar e Integración Social, Ranzell Saurith Lindo y la gestora Social del municipio de Dibulla, Angélica Escobar.
La sorpresa fue tanta, que muchos niños no lo podían creer, querían correr y correr sin parar, no sabían si era un sueño o una realidad. Es primera vez que tienen agua de calidad en sus manos, iban a poder saborear, degustar y calmar la sed con agua apta para su organismo.
Las familias Wiwa, Arhuacos, Koguis y Wayuu, pero en especial, los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, le bailan al mundo, porque ya cuentan con su respectivo sistema de tratamiento de agua apta para el consumo humano.
Un avance significativo, el 100 % de las familias de la vereda tomaba agua directamente del río Naranjal y la escuela San Salvador a la cual asisten 90 estudiantes, no contaba con agua tratada para el consumo.
En este proyecto se priorizó la vereda San Salvador teniendo en cuenta que no existía acceso al agua segura e identificó una alta prevalencia de enfermedades de origen hídrico y desnutrición en los menores de 5 años.
La comunidad en general, reciben el punto de hidratación como un regalo divino y agradecen los esfuerzos y gestiones de la administración municipal, en cabeza del alcalde Marlon Amaya Mejía y su equipo de trabajo, desde la secretaría de salud, Bienestar e Integración Social, que han permito que el proyecto fuera una realidad.