El joven guajiro Luis Fernando Lobo, quien hace parte de la huelga de hambre que se trasladó de La Guajira a la capital de Colombia, en busca de encontrar solución a los problemas históricos del departamento peninsular, fue escuchado por la plenaria del Congreso de la Republica.
Dijo en alocución que venía de un territorio donde se expresa con mayor fuerza la modernidad de la perspectiva del desarrollo industrial y tecnológico. «En mi departamento existe un desarrollo extractivo a través del carbón, el gas y el petróleo como en ninguna otra parte de Colombia, pero también se va a poner en marcha el 90 por ciento de las energías no convencionales eólicas, solar e hidrogeno verde. Por poner un ejemplo en nuestro departamento, se instalarán 2500 aerogeneradores que cada uno cuesta un millón de dólares solamente en nuestro territorio”.
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Fue enfático en resaltar que es el “mismo territorio donde en los últimos seis años han muerto cinco mil niños por hambre y en la actualidad hay 16 mil, que se encuentran en estado de desnutrición por cuenta de las dificultades en las necesidades básicas insatisfechas”.
Expresó igualmente que el departamento de La Guajira con las condiciones de pobreza y de mortalidad infantil, que es la tragedia o el indicador humano más complicado o con mayor dificultad en el mundo; que es la mortalidad, se ejemplifica solamente comparada con el África Sahariana.
“Hoy La razón por la que estamos aquí es porque queremos solicitarle al Congreso de La Republica, que en el marco de la disposición del presupuesto nacional se pueda priorizar al departamento de La Guajira; un departamento que sus indicadores de pobreza multidimensional están entre el 55 y el 90 por ciento en algunos territorios, solamente, en mi territorio en la ciudad de Riohacha, según la Cepal es la segunda ciudad más pobre de América Latina”, reveló igualmente el joven ante los parlamentarios.
Pronunció en su intervención que no era justo que el Departamento donde se desarrolla la mayor apuesta de modernidad y desarrollo industrial “tengamos los mayores índices de pobreza y déficit de acceso en componentes de derechos fundamentales como por ejemplo la escolaridad. Más del 30 por ciento de nuestras escuelas, los niños tienen que tomar agua de jagüeyes, es decir, agua de pozos para poder beber mientras asisten a la escuela”.
“No tenemos cobertura absoluta en los programas de atención a la primera infancia ni tampoco en el PAE, hasta el sol de hoy solo se ha apostado por el departamento de La Guajira en cubrir el 20 por ciento del acceso al agua potable de su territorio; más del 80 de la población de mi departamento, no tiene acceso al agua potable”.
Así mismo aclaró que “lejos de ser un discurso contra el gobierno o un discurso contra el estado colombiano, lo que estamos haciendo es un llamado a la solidaridad por parte del Congreso de La República, siendo esta la máxima instancia de discusión y que hoy nos han permitido conversar aquí, a pesar de que el gobierno nacional es reacio, para poder sentarse con nosotros; que podamos abrir nuestros ojos entender que el departamento de La Guajira vivimos ciudadanos que tenemos unos derechos igual que cualquier ciudadano de Colombia y que esos derechos deben de garantizarse, fortalecerse y privilegiarse sobre todo el desarrollo a vida de los niños y las niñas”.
Exteriorizó que es fundamental que en el marco de la discusión del presupuesto nacional, el Senado y el Congreso de La Republica hagan análisis reflexivo sobre el desarrollo humano de los territorios más olvidados sobre todo como un aspecto de derecho fundamental; algo que no tendría porqué discutirse y que fue concebido en la constitución del 91, la igualdad y los principios constitucionales para poder hacer asignaciones presupuestales en el marco de esos derechos que garanticen la vida del territorio guajiro.
Por último, agradeció por la oportunidad de poder conversar sobre los problemas del territorio de La Guajira, y dijo que “es importante entender que no hay otro departamento ni otro territorio que tenga tantos intereses transnacionales y económicos como los tiene La Guajira. Políticas públicas que se asemejen frente al desarrollo de los intereses que hay en el departamento, con la calidad de vida de las personas“.
Así mismo, al finalizar indicó “dejamos por sentado la problemática del departamento de La Guajira en esta plenaria y ojalá en este Congreso, se puedan discutir los derechos fundamentales de nuestro pueblo, entendiendo como esa esperanza que planteaba Gabriel García Márquez, que ojalá nuestra estirpe condenadas a Cien Años de Soledad, por fin podamos encontrar un lugar sobre la faz de la tierra”.