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6 sistemas de generación híbrida (solar-diésel), fueron instalados por el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para Zonas No Interconectadas (IPSE), en las comunidades indígenas del municipio de Puerto Carreño: Ekonai, Guaripa, Joval, La Hormiga, Roncador y Morichalito que beneficiara a cerca de 94 familias.
Orlando Gómez Rodríguez, capitán de la comunidad Ekonai, señaló que, para él la energía eléctrica ha sido mucho más que la posibilidad de conservar los alimentos, tomar las bebidas frías, cargar el celular en casa o iluminar los hogares, porqué dice ahora “somos parte de Colombia”.
Doña Meray, al igual que el resto de las mujeres de esa comunidad, teje bolsos y portavasos con la fibra de una planta de la región que luego vende en el pueblo. Antes, podía tejer solo con la luz del día. Ahora, lo hace también en la noche alumbrada por un bombillo.
Una granja solar de 15 metros de largo y cuatro de ancho, a pocos metros de la escuela y de la cancha de fútbol hizo la magia. 10 paneles solares y una planta diésel de respaldo lo que genera la energía eléctrica a esa comunidad.
En cuanto a la comunidad de Guaripa, el IPSE indicó que fue todo un reto de energización por las pericias para enfrentar el invierno.
“Cuando la piedra en la que vive la comunidad se convirtió en una isla, fue necesario organizar todo para llevar el material hasta allá en bote, pero antes tuvimos que limpiar el camino para poder pasar”, explicó Miguel Ángel Arcila Gómez, ingeniero de proyectos de HyG Ingeniería y Construcciones S.A.S., empresa contratista de la obra.
En Guaripa vive Tatiana Tinedo Galvis, una mujer de 25 años que espera la llegada de su segundo hijo para abril.
“Ahora podemos asar el pescado que trae el marido bajo la luz del bombillo encendido. No tenemos que comer a oscuras”, explicó Tatiana.
El IPSE concluyó, realizando la observación de que, la energía es un primer paso para estar más cerca de otros servicios y beneficios.
