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La construcción del monumento costó en su momento 170.000 pesos y a su inauguración asistieron más de 20.000 personas.
Noticias California.
Inaugurado en 1953, el emblemático monumento de Cristo Rey, obra del sacerdote José María Arteaga, se ha convertido en un símbolo de paz y fe en Santiago de Cali. Esta majestuosa estatua, construida en hierro y hormigón, pesa aproximadamente 464 toneladas y tiene un pedestal de 5 metros. Fue erigido en conmemoración de los 50 años de paz en Colombia y su imponente silueta se alza sobre el cerro de Los Cristales, a 1.440 metros sobre el nivel del mar.
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La obra fue creada por el talentoso escultor italiano Alideo Tazzioli, quien, junto con su hermano Adelindo, aplicó técnicas innovadoras para la época. Según el historiador y arquitecto Víctor Martínez, en entrevista con el Ayuntamiento de Cali, los hermanos Tazzioli utilizaron hormigón armado, lo cual resultó revolucionario, incluso en comparación con las obras realizadas en grandes ciudades como Nueva York. La estatua, que mide 21 metros de altura, descansa sobre una base diseñada para cumplir con los estándares sísmicos (NSR10).
Hubo dos modelos, pero el primero no se concretó
La historia de Cristo Rey se remonta a 1949, cuando el padre Arteaga comenzó a desarrollar el proyecto, inicialmente encargado al artista palmirano Gerardo Navia, quien sólo pudo realizar una maqueta. Posteriormente, el padre Arteaga conoció a Alideo Tazzioli, quien tenía un taller en el barrio de Granada. Juntos consiguieron realizar esta magnífica obra que les llevó casi cuatro años. Para su construcción se utilizó un enorme andamio de guadua, de excelente resistencia.
El monumento, que además constituye un mirador privilegiado sobre la Sultana del Valle, representa un importante esfuerzo comunitario. Según Martínez, la convocatoria de donaciones estuvo abierta a toda la comunidad, sin importar raza o clase social, en una época en la que Cali aún era un pueblo pequeño.
Miles de personas asistieron a la inauguración
La inauguración de Cristo Rey fue un evento memorable al que asistieron más de 20.000 personas, entre ellos funcionarios del gobierno local y nacional. La bendición de la estatua estuvo a cargo de mons. Julio Caicedo Téllez, obispo de la diócesis de Cali. Los festejos se vieron realzados con la participación de la orquesta departamental y los coros del conservatorio, mientras que varias empresas de automóviles y autobuses ofrecieron su servicio para transportar a los participantes desde el centro de la ciudad.
Hoy, Cristo Rey no es sólo un monumento icónico, sino un recordatorio de la unidad y los esfuerzos comunitarios en la búsqueda de la paz y la esperanza. Su majestuosidad y la historia que lo rodea continúan inspirando a caleños y visitantes por igual, convirtiéndolo en un lugar de peregrinación y reflexión.
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