Finalmente, el Gobierno Nacional dio a conocer sus proyecciones de ingresos y gastos para el próximo año, con la publicación del decreto de presupuesto para el 2025, que quedará en $523 billones de pesos, a la espera de que se emita el ajuste para descontar los recursos que no llegarán por cuenta de la ley de financiamiento que se hundió en el Congreso.
De esta forma, una vez más el país queda en vilo por su situación fiscal, dado que en el escenario actual se mantienen vicios de inconstitucionalidad porque se viola el principio de equilibrio del Estatuto Orgánico de Presupuesto al ser mayores los gastos que los ingresos. Cabe destacar que si bien el PGN habla de $523 billones, solo hay ingresos por $511 billones, ya que lo demás dependía de la iniciativa que se hundió.
(Vea: Rezago de inversión en 2024 sería el más alto de los últimos cinco años).
Uno de los puntos que llama la atención en este documento, que quedó tal cual como se presentó al Senado y la Cámara de Representantes, es que mantiene los errores de años anteriores y no discrimina el gasto de inversión, tal y como ordena el principio de planificación presupuestal de la legislación nacional.
Tal y como ha contado Portafolio desde comienzos de este año, desde su radicación al Congreso, la ley exige que las cuentas presupuestales especifiquen con alto nivel de detalle cómo se usarán los recursos de la Nación. Lamentablemente, nunca se ha hecho así y se deja en partidas globales, como un voto de confianza del Legislativo al Ejecutivo, para que no tenga presiones a la hora de asignar los recursos.
(Vea: ¿El remedio milagroso?).
No obstante, esto fue la puerta de entrada para los ‘líos del Presupuesto’ denunciados por este medio entre enero y febrero, que si bien se subsanaron en su momento, pueden suceder otra vez con el decreto expedido, por lo que se requiere la expedición con urgencia de la otra mitad de esta norma, que es el decreto de liquidación.
Henry Amorocho, profesor de la Universidad del Rosario, explicó que el decreto de Presupuesto se hizo de esta forma, ya que debe emitir el mismo texto que rechazó el Congreso. Este académico agregó que los próximos anuncios del Ministerio de Hacienda serán fundamentales para calmar al mercado.
(Vea: Caída de la ley de financiamiento pone en la mira la estabilidad fiscal del país).
“Se pudo aprovechar perfectamente para expedir este decreto por $511 billones de pesos, y en el año siguiente, como va a haber un sobrante de apropiación producto de la baja ejecución presupuestal, que va a estar en promedio entre un 71% y 75%, va a haber un sobrante de apropiación teniendo en cuenta posiblemente un último recorte del año 2024 y el problema de caja que tiene el gobierno, que es alto”, dijo este académico.
Portafolio consultó al Ministerio de Hacienda sobre los huecos que hay en la normativa y desde allí se explicó todo va de acuerdo a la norma nacional y que antes del 31 de diciembre se expedirán los decretos restantes, tanto para recortar los $12 billones que hacen falta, como para desenglobar las partidas presupuestales.
Entre tanto, el presidente Gustavo Petro dijo en su cuenta de X que “he firmado el presupuesto desfinanciado en 12 billones de pesos tal como se presentó al Congreso de la República y tal como ordena la Constitución Nacional. En el decreto de liquidación se expresará cuáles partidas de funcionamiento e inversión se aplazarán en el 2025, mientras se consigue la financiación necesaria que no fue posible por la acción oscura de los dueños de los juegos de suerte y azar ilegales dentro de las comisiones económicas del congreso”.
(Vea: El riesgo fiscal que enfrenta Colombia en materia presupuestal).
De esta forma, mientras no se emitan estas normas pendientes, que por ley deben estar antes del 31 de diciembre, la incertidumbre sobre las cuentas nacionales se mantiene.
DANIEL HERNÁNDEZ NARANJO
Periodista Portafolio