dijo Rapp.
Se tumbó junto a él, le puso sus brazos alrededor y “presionó la ingle” contra su cuerpo.
“Sentí que ese momento era muy largo. Me sentí helado”, asegura con voz entrecortada.
Tras zafarse sin mediar palabra, se refugió en el baño, “un lugar seguro”, antes de decidir “que tenía que irme”. En la puerta, el anfitrión le preguntó “si estaba seguro de que se quería ir”. “No recuerdo la respuesta”, pero “solo pensaba en que quería irme”,…