La misma vida ha creado algunas supuestas reglas o estándares, que se supone están dentro de lo normal o lo que se debería hacer y que terminan haciendo sentir mal a las que no alcanzan esos objetivos.
Un ejemplo claro y muy cotidiano, es que le han metido en la cabeza a varias generaciones, que los 30 son una edad límite, donde ya se debería tener la vida resuelta. Entonces, algunos jóvenes se presionan para realizar algunas cosas, y si llegan a esta edad, sin una pareja estable, un…