En una de las zonas más concurridas de rumba de la localidad de Chapinero este fin de semana ocurrió un hecho sicarial. Un hombre que salió de uno de los bares de la zona, fue atacado mientras esperaba la comida que previamente había ordenado en uno de los puestos ambulantes que se ubican sobre la Carrera 13, a la altura de la Calle 59. Un certero disparo en la cabeza lo mató en el acto. Entre tanto, el agresor escapó camino a la Avenida Caracas. Esta es la historia.
Los hechos…
“Eso fue entre las 4 y las 4:30 de la mañana. Yo escuché un despelote el berraco y salí a ver qué había pasado; ahí fue cuando vi a varias personas que estaban en la esquina rodeando a un muchacho que estaba en el suelo.
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Todo el mundo estaba solicitando ambulancias, porque le acababan de disparar en la cabeza. Pasaron unos minutos, llegaron los policías del CAI que queda acá como a dos cuadras, le tomaron pulso al tipo y dijeron que ya estaba muerto”, le contó a Q’HUBO sobre la mañana de ayer un comerciante de la zona, que por su trabajo merodea durante las noches este sector.
Al parecer, el hombre se encontraba departiendo en uno de los bares de la zona y llegado el fin de la rumba, salió del sitio en la madrugada de este sábado. El ahora occiso habría llegado hasta un concurrido puesto ambulante de comidas rápidas y mientras esperaba el pedido, fue sorprendido por su atacante.
El sicario, revólver en mano, se acercó lo suficiente y tras cerciorarse de la identidad de su víctima, procedió a disparar a quemarropa. Los demás viandantes que a esa hora salían de sus casas o se encontraban terminando la noche de fiesta corrieron a esconderse como pudieron cuando escucharon la detonación del mortal disparo. Acto seguido, vieron cómo el agresor escapaba con destino a la Avenida Caracas, a una cuadra del punto exacto del crimen.
Un pequeño grupo se formó en torno al hombre, que yacía malherido sobre las losas del andén oriental de la Carrera 13. La hemorragia era escandalosa y, pese a la buena voluntad de quienes lo rodearon, los intentos por socorrerlo resultaron inútiles. El agonizante sujeto, de unos 33 años, precisaba atención médica inmediata.
Cuando las autoridades llegaron ya no había nada qué hacer, el hombre había muerto en el lugar de los hechos. La escena del crimen fue acordonada y se iniciaron los actos urgentes. El operativo de levantamiento duró hasta las 7 de la mañana, causando conmoción entre la confundida y atemorizada ciudadanía que por allí circulaba.
Las autoridades estudian en minucia las cámaras de seguridad instaladas en los locales comerciales de la zona para establecer de dónde venía la víctima y la ruta de escape que el sicario utilizó una vez consumado el asesinato.
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