El problema en algunos centros médicos de Bucaramanga no solo es la falta de camas en las unidades de Cuidados Intensivos y urgencias, sino también que empezó a escasear la sangre.
Es el caso del Hospital Universitario de Santander donde se pasó de consumir 32 unidades diarias a 65, no solo por pacientes con COVID-19, sino de otras patologías que requieren transfusiones.
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Sigifredo Fonseca, subgerente del Hemocentro, señaló que todos los días se requiere de la donación, «nosotros captamos en el día de 22 a 25 unidades que a penas da para suplir la demanda de dos o tres días«.
A hoy el Hospital Universitario tiene copadas al 100% las UCI y el servicio de urgencias. Además se reportó el desabastecimiento de medicamentos esenciales para la atención de pacientes con Coronavirus.