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Con el pasar de las horas se conocen nuevos detalles de la muerte de Marcela Graciano García, una reconocida DJ del Valle de Aburrá encontrada sin vida en su residencia, ubicada en el barrio El Rosario, municipio de Itagüí.
Como lo informamos este jueves, la última vez que los familiares tuvieron contacto con la mujer, de 31 años de edad, fue el pasado domingo, 15 de mayo, vía celular. Hablaron y Marcela le expresó a su padre que se encontraba muy bien.
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Durante la semana el hombre intentó contactar a su hija, pero no contestaba el teléfono móvil y tampoco se había vuelto a conectar por redes sociales. Es de anotar que solamente en Instagram (@magicdjoficial), antes de su muertec, Marcela tenía un poco más de 15.300 seguidores, pero para la tarde de este viernes la cifra ascendía casi a los 18.000.
La fueron a buscar
En vista que ya habían pasado varios días sin saber nada de su hija, el hombre le pidió a una hermana que fuera a la residencia, ubicada en la calle 48 con la carrera 57A, a indagar por ella.
La pariente llegó en horas de la tarde, se acercó al apartamento que habitaba Marcela, lo encontró cerrado y sintió un fuerte olor a descomposición, por lo que alertó a su hermano. El hombre llegó sobre las 4:30 de esa tarde, quitó la reja de la ventana, ingresó y halló a su hija sin vida y dentro de una bolsa plástica.
¿Qué pasó?
El subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, coronel Rolfy Mauricio Jiménez Páez, indicó que se encuentran con policía judicial adelantando la investigación y recolectando pistas para poder establecer los móviles de este crimen.
Antecedente: Encuentran muerta a una DJ en su casa
Q’HUBO conoció que hace aproximadamente 15 días, Graciano García sostuvo varios altercados con un inquilino que se encontraba realizando unos trabajos de obra blanca en el inmueble. Una de los incidentes fue porque, al parecer, la mujer le estaba pagando poco dinero por el trabajo.
Otro de los motivos que desencadenó un altercado habría sido la pérdida de una pulidora en la casa, por la que le estaban cobrando al inquilino.
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Este tipo de situaciones, sumado a que el hombre se encuentra desaparecido al igual que el DVR que almacena las grabaciones de las cámaras de seguridad, convirtieron al inquilino, de nacionalidad venezolana, en sospechoso.
