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En medio de la creciente violencia que afecta a varias regiones de Colombia, un nuevo caso de secuestro ha generado preocupación en la comunidad de Jamundí, Valle del Cauca.
El ingeniero Jhon Frank Vargas Olmos, de 47 años, fue reportado como desaparecido luego de ser visto por última vez el 9 de agosto de 2024.
Vargas trabajaba en una empresa arrocera ubicada en el territorio indígena López Adentro, municipio de Caloto, y su desaparición desató una rápida movilización de autoridades locales y organizaciones de derechos humanos.
El Tejido por la Defensa de la Vida y los Derechos Humanos de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ACIN, activó de inmediato un mecanismo de búsqueda para localizar al ingeniero.
Según información proporcionada por familiares y testigos, Vargas salió temprano en la mañana de su casa en Jamundí en su motocicleta con la intención de dirigirse a su lugar de trabajo.
Sin embargo, antes de llegar a su destino, fue interceptado por desconocidos que lo obligaron a subir a un vehículo Mazda blanco.
Este incidente se suma a la lista de secuestros que han sacudido a la región del Valle del Cauca en los últimos meses, aumentando la preocupación tanto de la comunidad local como de las autoridades.
El secuestro de Vargas Olmos pone de relieve la vulnerabilidad de los trabajadores en las zonas rurales, particularmente en los territorios indígenas donde la presencia de grupos armados representa una amenaza constante.
ACIN, en sus esfuerzos por asegurar el regreso seguro de Vargas, instó al gobierno nacional a tomar medidas urgentes para remediar la situación.
Solicitó la intervención de la Defensoría del Pueblo y organismos de derechos humanos para intensificar las labores de búsqueda en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca.
La comunidad espera que, a través de la presión de estas entidades, puedan obtener información que permita su liberación.
Las autoridades locales, por su parte, dijeron que estaban trabajando con las comunidades indígenas para recopilar información sobre el paradero de Vargas.
Este secuestro pone de relieve los riesgos que enfrentan los ingenieros y otros profesionales que trabajan en las zonas rurales del país, a menudo en medio de conflictos territoriales y bajo la constante amenaza de grupos armados ilegales.
La desaparición de Vargas Olmos ha motivado a las organizaciones locales a redoblar esfuerzos para proteger a quienes trabajan en estas zonas vulnerables.
La Red ACIN por la Defensa de la Vida y los Derechos Humanos llamó a la comunidad a mantenerse alerta y colaborar con las autoridades brindando cualquier información que pueda ser útil en la búsqueda de Vargas Olmos.
Destacaron que se garantizará la confidencialidad de quienes proporcionen datos relevantes.
Mientras tanto, la familia del ingeniero vive momentos de angustia, a la espera de noticias que les permitan saber el paradero de su ser querido.
Las acciones humanitarias y de presión continúan, con la esperanza de que Jhon Frank Vargas Olmos pronto sea liberado y pueda regresar sano y salvo a su hogar.
En un contexto de incertidumbre, este caso refleja el complejo panorama de seguridad en Colombia, donde los secuestros siguen siendo una realidad dolorosa para muchas familias.
El secuestro de Jamundí se suma a una lista de crímenes que han afectado a la comunidad, y su resolución es una prioridad para autoridades y organizaciones involucradas en la búsqueda de la verdad y la justicia.
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